Existen una serie de conceptos que nos ayudan en la práctica de Pilates y permiten avanzar correctamente, evitando lesiones y permitiéndonos disfrutar de una técnica corporal muy completa, con efectos probados sobre la salud. Aun siendo un ejercicio físico, va acompañado de un entrenamiento de concentración y precisión.
Este método se caracteriza por el desarrollo desde dentro hacia fuera, es decir, una práctica precisa, controlada, que conlleva una actitud relajada, aplicando la respiración y focalizando desde el centro energético.
ALINEACIÓN
Para controlar el movimiento debemos aislar lo que queremos trabajar y mantener relajadas y controladas las partes que no queremos mover. Una postura estable se logra alineando correctamente nuestros segmentos corporales, esto garantiza un trabajo simétrico y seguro. La Caja Pilates es la clave para alinear el cuerpo, consiste en una línea recta de hombro a hombro, de cadera a cadera y de hombro a cadera.
La colocación correcta del cuerpo es básica y fundamental:
-Cuello largo, como si tiraran de un hilo desde la coronilla hacia arriba.
-Escápulas conectadas, lo más planos posible y hacia abajo.
-Espalda ancha, pecho abierto y libre de tensiones, sin encogernos de hombros.
RELAJACIÓN
Debemos tomar una actitud tranquila y relajada y mantenerla desde el comienzo hasta el final, tanto en el ámbito mental como en el físico. Por difícil que sea el ejercicio en sí procuramos no sentirnos tensos ni rígidos.
ESPALDA NEUTRA
O pelvis neutra. Consiste en mantener la curvatura natural de la columna.
ESPALDA IMPRINT
Viene de “imprimir” la huella de las vértebras, manteniendo toda la espalda en contacto con la colchoneta y la zona lumbar plana. Se trata de una postura de seguridad que implica retroversión de pelvis.
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