martes, 8 de noviembre de 2011

PRINCIPIOS DEL MÉTODO PILATES



Concentración: Es la clave para conectar la mente y el cuerpo. Para trabajar el cuerpo hay que estar preparado mentalmente, ya que es la mente la que pone en acción el cuerpo a través de impulsos nerviosos.

 Control: Pilates diseñó su método en torno a la idea del control muscular, es decir, sin movimientos bruscos o irregulares, que constituyen la causa principal de las lesiones. Ningún ejercicio se hace con la finalidad de empezarlo y finalizarlo sin más, sino que cada movimiento tiene una función específica.

 El Centro del Cuerpo: Pilates bautizó como Centro o Core a un grupo de músculos, tanto internos como externos, localizados en la región lumbar y abdominal, que cuando se “conectan” estabilizan y protegen la columna vertebral, generando además toda la energía necesaria para realizar los ejercicios. Finalmente, esta energía fluye hacia las extremidades, coordinando y estabilizando los movimientos.

 Fluidez: No hay movimientos estáticos o aislados, ya que el funcionamiento natural de nuestro cuerpo no los contempla. La energía dinámica sustituye a los movimientos rápidos y bruscos de otras técnicas; la agilidad predomina sobre la velocidad.

 Precisión: Cada movimiento tiene un propósito y cada instrucción del monitor  es esencial para el éxito global del ejercicio. Ignorar los detalles entraña sacrificar el valor intrínseco del ejercicio. Las acciones semiconscientes carecen de sentido.

 Respiración: Para conseguir su ideal de fitness total, Joseph Pilates desarrolló su método con la finalidad de limpiar el torrente sanguíneo a través de la oxigenación. Mediante espiraciones e inspiraciones completas se favorece la oxigenación de la sangre; durante el ejercicio, ayuda a relajar los músculos y a evitar tensiones innecesarias. La espiración profunda ayuda a activar la musculatura profunda de soporte (el Centro).  Una respiración relajada y completa se centra en la mente y permite la concentración. El objetivo es crear un patrón respiratorio en el que eliminemos tensiones innecesarias particularmente del cuello, hombros y espalda, enfatizar la implicación del transverso del abdomen en la espiración, y mantenerla durante la inspiración.

 Los principios básicos son la base de los ejercicios en esta técnica. No se trabajan de forma separada, sirmpre juntos, para crear un ejercicio consciente y al mismo tiempo seguro y efectivo.
Otros aspectos que se han de tener en cuenta son: colocación de la pelvis, colocación de la caja torácica, estabilización de las escápulas, colocación de cabeza, cuello y cervicales.





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